
Duelo
Terapia psicológica para el duelo

El duelo: dejarse orientar por un profesional

Cuando tenemos una pérdida en nuestra vida, un ser querido que ya no está y que nos hace tanta falta…, al principio es imposible pensar que vamos a superar ese dolor, y el tiempo sólo no lo cura todo.
Debemos dejarnos acompañar por un profesional en este duro camino y así podremos pasar este periodo de forma adaptativa, y seremos capaces de resignificar esa muerte, o esa pérdida, de darle un sentido…
Podemos superar el duelo y aprender a vivir con el dolor sin que eso conlleve una dosis extra de sufrimiento, hasta que poco a poco vayamos normalizando nuestra vida.
¿Qué es el duelo?
El duelo se define como una reacción adaptativa natural, normal y esperable ante la pérdida de un ser querido. Es un acontecimiento vital muy estresante, que tarde o temprano tenemos que afrontar casi todos los seres humanos.
No es una enfermedad, sin embargo, la muerte de un hijo y la del cónyuge, son consideradas las situaciones más estresantes por las que puede pasar una persona.
Es un proceso único e irrepetible, dinámico y cambiante momento a momento, persona a persona. No es un proceso que sigue unas pautas universales.
Finalmente se va aceptando emocionalmente la pérdida y la persona se va redefiniendo y resituando en su mundo. Cuanto más éxito tenga en estos nuevos roles, más confianza e independencia sentirá. Se reanuda la actividad social y se disfruta cada vez más de situaciones que antes eran gratas.
El recuerdo es cada vez menos. Este período dura entre uno y dos años. Se empieza a vivir pensando en el futuro, no en el pasado.

Adecuando un plan de acción
- Detectar cuanto antes las características de un posible duelo patológico o mal elaborado, que nos permita establecer un plan de actuación específico adaptado a las necesidades concretas de LA PERSONA y su sistema familiar.
- Conseguir que la persona sepa gestionar sus emociones de manera equilibrada para poder elaborar su duelo de la manera más natural y saludable posible.
- Realizar un seguimiento de la adaptación a su vida cotidiana tras la superación del duelo, para evitar que no enferme y afianzar un crecimiento y desarrollo personal tras la experiencia vivida.